El sistema endocannabinoide es un sistema biológico complejo y diverso que hasta ahora se ha descubierto en todos los mamíferos, incluyendo a los seres humanos. Este sistema se compone de tres elementos principales: los cannabinoides endógenos (también conocidos como endocannabinoides) que son producidos por el cuerpo humano, los receptores cannabinoides que se encuentran en la mayoría de las células y las enzimas que los sintetizan y los degradan.
Los cannabinoides endógenos son moléculas producidas por nuestro propio cuerpo que se unen a los receptores cannabinoides para regular una amplia variedad de funciones fisiológicas y psicológicas. Los dos cannabinoides endógenos más conocidos son la anandamida y el 2-araquidonilglicerol (2-AG).
Los receptores cannabinoides se encuentran en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, el sistema nervioso periférico, el sistema inmunológico, el corazón, el hígado, los riñones y los huesos. Los dos principales tipos de receptores cannabinoides son el CB1 y el CB2. El CB1 se encuentra principalmente en el cerebro y el sistema nervioso central, mientras que el CB2 se encuentra principalmente en el sistema inmunológico y en algunos órganos periféricos.
Las enzimas que sintetizan y degradan los cannabinoides endógenos son esenciales para el funcionamiento adecuado del sistema endocannabinoide. Dos de las enzimas más importantes son la FAAH, que degrada la anandamida, y la MAGL, que degrada el 2-AG.
El papel de la planta del cannabis
El sistema endocannabinoide se puede activar mediante la ingesta de cannabinoides externos, como el tetrahidrocannabinol (THC), el cannabidiol (CBD) y otros fitocannabinoides encontrados en la planta de cannabis. Estos cannabinoides externos tienen efectos diferentes y pueden interactuar con los receptores cannabinoides de diversas maneras.
El THC es el principal compuesto psicoactivo de la planta de cannabis y se une principalmente al receptor CB1, lo que puede producir efectos psicoactivos y eufóricos, así como cambios en el estado de ánimo, la percepción sensorial y la cognición. El THC también puede tener propiedades analgésicas, antiinflamatorias, neuroprotectoras y antitumorales.
Por otro lado, el CBD no es psicoactivo y se une a una variedad de receptores, incluyendo el receptor CB1 y el receptor serotoninérgico 5-HT1A, entre otros. El CBD puede tener propiedades anticonvulsivas, ansiolíticas, antipsicóticas, analgésicas, antiinflamatorias y neuroprotectoras.
¿Por qué es importante?
El sistema endocannabinoide tiene un papel crucial en la regulación de diversas funciones fisiológicas, como el sueño, el apetito, la memoria, el estado de ánimo, el dolor, la inflamación y la respuesta inmunitaria.
Actualmente la UNAM a través de la Facultad de Medicina ofrece la especialidad de Endocannabinología. Poco a poco más universidades del mundo, así como la comunidad médica se apoya en el Sistema Endocannabinoide, debido a su importante papel en la prevención y en el tratamiento de diversas enfermedades y trastornos.
Además de los cannabinoides externos (planta del cannabis), el Sistema Endocannabinoide también se puede activar de manera natural a través de la dieta, el ejercicio y otros factores de estilo de vida saludable.