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¿Qué industrias causan más daño a la salud?

¿Qué industrias causan más daño a la salud?

Cuatro industrias están detrás de más de un tercio de las muertes anuales que ocurren en el mundo.

En el amplio abanico de factores que afectan a nuestra salud, las industrias del tabaco, el alcohol, los combustibles fósiles y productos alimentarios insanos, registran 19 millones de muertes al año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por tanto, la OMS recomienda enfocarse en mejorar las políticas públicas.

Gozar de buena salud, que implica tener un completo bienestar físico, mental y social, depende de diversos factores interrelacionados. A menudo, se sobreestima el papel de la atención médica, cuando en realidad los elementos más determinantes para nuestra salud se encuentran fuera de los centros de atención primaria y hospitales. Aspectos como la genética, los comportamientos individuales, las condiciones socioeconómicas, el nivel educativo, el apoyo social y las características del entorno en el que vivimos influyen junto con otras condiciones materiales, en un 89% en la salud humana.

Según el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al igual que la paz no se origina en el campo de batalla ni la justicia en los tribunales, la salud tampoco se inicia en las clínicas o los hospitales. Por lo tanto, políticas públicas ambiciosas pueden tener un impacto mucho mayor en la salud de una población al promover y proteger la salud, y prevenir enfermedades, en comparación con grandes inversiones en atención médica.

Las empresas también desempeñan un papel significativo en la salud de las personas. Las prácticas comerciales, tanto positivas como negativas, tienen un gran impacto en la salud de las sociedades. Sin embargo, estas influencias comerciales en la salud a menudo reciben poca atención, a pesar del elevado número de muertes que provocan. Para abordar este fenómeno, la revista médica The Lancet publicó una serie de artículos que analizan cómo las empresas afectan la salud de las personas, conocido como "determinantes comerciales de la salud", y plantean estrategias para limitar la influencia negativa de la industria en la salud de la población mundial.

En un editorial que acompaña a la serie de artículos, se menciona el caso ocurrido durante la pandemia de COVID-19, en el que diversas compañías farmacéuticas, que recibieron inversiones públicas importantes, vendieron vacunas, tratamientos y pruebas al mejor postor, lo que provocó una desigualdad sanitaria global y costó más de un millón de vidas, mientras las empresas obtenían ganancias multimillonarias.

Existen ejemplos claros de prácticas empresariales que obstaculizan el acceso a medicamentos antirretrovirales en países de bajos ingresos o que promueven la desinformación para socavar la lactancia materna. Además del impacto en la salud, ciertas prácticas comerciales pueden contribuir a las desigualdades raciales o de género. Por ejemplo, en el pasado, la industria tabacalera estuvo asociada al colonialismo y la esclavitud, y en la actualidad, muchos anuncios en varios países siguen cosificando a las mujeres.

Las muertes detrás de grupos empresariales

Algunas multinacionales están intensificando sus efectos negativos en la salud humana y el planeta, a la vez que aumentan la desigualdad social y sanitaria.

Cuatro sectores económicos en particular (tabaco, alcohol, combustibles fósiles y productos alimentarios insanos) están relacionados con al menos un tercio de las muertes mundiales cada año.

Esto según un estudio sobre la carga global de enfermedades en 2019. Estos productos causan directa o indirectamente un total de 19 millones de muertes anuales en el mundo, lo que representa el 34% de las 56 millones de muertes totales. Estas muertes están relacionadas con enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, las enfermedades respiratorias crónicas y también son provocadas por la crisis climática.

Es probable que la estimación anterior sea conservadora y que el daño sanitario sea aún mayor. Otras empresas que afectan negativamente a la salud son las relacionadas con las apuestas, la comercialización de leches artificiales y la minería. Aunque existen soluciones políticas para abordar este problema, muchas veces no se implementan en muchos países, lo que supone un costo significativo para los individuos y las sociedades.

El director de la OMS señala que el sistema socioeconómico global actual prioriza principalmente la generación de mayores beneficios empresariales y el crecimiento económico, sin considerar su impacto en la salud, el medio ambiente y las sociedades.

Además, Tedros Adhanom explica que cuando las ganancias están amenazadas, algunas empresas y otros actores con intereses comerciales socavan deliberadamente las políticas de salud pública, incluyendo las recomendaciones de la OMS, mediante grupos de presión, amenazas legales, autorregulación ineficaz, distorsión de pruebas científicas y ocultamiento de prácticas comerciales, entre otras acciones.

Repensar las prácticas empresariales

Los autores de la serie de artículos en The Lancet señalan que el conflicto entre los beneficios empresariales y la salud de las personas no es algo nuevo. Sin embargo, actualmente nos encontramos en una situación en la que las ganancias están por encima del bienestar de las personas y del planeta, según el profesor de Salud Pública de la Universidad de Melbourne, Rob Moodie.

Es fundamental comprender mejor la compleja influencia de las empresas, tanto positiva como negativa, para establecer leyes que restrinjan o limiten las acciones empresariales que representen un riesgo para la salud, y al mismo tiempo, promover otras acciones que fomenten la salud y el bienestar a través de inversiones u otras medidas. Se hace un llamamiento para otorgar importancia y reforzar la inversión en la investigación de este tema en la revista médica, destacando que la Salud Pública no puede mejorar sin abordar los determinantes comerciales de la salud, desde el nivel local hasta el global.

Tomar medidas decididas sobre los determinantes comerciales de la salud no solo evitaría muchas muertes, sino que también reduciría notablemente el impacto de enfermedades como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, que afectan a las sociedades tanto de países ricos como de países en desarrollo.

Desde 2020, la OMS emprendió una serie de iniciativas para repensar el modelo económico y centrarse más en indicadores de salud y bienestar en lugar de medidas puramente monetarias como el producto interno bruto.

Según The Lancet, la salud debe convertirse en una consideración crucial en los marcos de inversión y los mercados de capitales a nivel mundial. Esto requerirá adoptar modelos económicos diferentes, nuevas regulaciones y leyes, el compromiso y la rendición de cuentas de la sociedad civil, así como una mayor responsabilidad social por parte de las empresas. En 2024, la OMS publicará el primer Informe Global sobre los Determinantes Comerciales de la Salud, acompañado de una conferencia global sobre este tema.

La investigadora en Salud Pública y autora de uno de los artículos en The Lancet, Anna Gilmore, afirma que muchas muertes están causadas por productos y prácticas de grandes corporaciones, muchas de las cuales podrían evitarse por completo. La experta insta a los profesionales de la salud a unirse al llamado al cambio y presionar a los gobiernos para que tomen medidas, ya que los sistemas de atención médica no pueden hacer frente a la carga de enfermedades provocadas por algunas empresas y el costo que ello conlleva.

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Este texto está basado en el artículo original de Esther Samper, publicado el 6 de julio de 2023 en DiarioEs.

Foto: 

Foto de Craig Adderley

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