El cerebro es uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo, el más importante de nuestro sistema nervioso central. Sus diferentes estructuras rigen la sensibilidad, los movimientos, la inteligencia y el funcionamiento de los órganos. Además controla las actividades cognitivas: pensar, abstraer, leer y las reacciones del organismo a los estímulos sensoriales.
El cerebro está segmentado en 2 hemisferios que se comunican entre ellos, a través de un grueso tracto de nervios, nombrado cuerpo calloso, ubicado en la base del surco. Y está compuesto por los siguientes lóbulos:
Lóbulo Frontal: Controla el pensamiento, la resolución de problemas, la memoria a corto plazo y el movimiento.
Lóbulo Temporal: Procesa la información de tus sentidos del olfato, el gusto y la audición.
Lóbulo Occipital: Procesa las imágenes que reciben los ojos.
Lóbulo Pariatal: Procesa la información sensorial.
El cerebro contiene miles de millones de células nerviosas organizadas en patrones que coordinan el pensamiento, la emoción, la conducta, el movimiento y la sensación. Este órgano representa el 2% del peso del cuerpo, está compuesto por un 73% de agua y consume el 20% de la energía y oxígeno del cuerpo. En una partícula casi microscópica pueden encontrarse alrededor de 100 mil neuronas, entre otras características notables.
El cerebro es responsable de controlar las actividades cognitivas (como pensar, abstraer y leer) y las reacciones del cuerpo a estímulos sensoriales.
Por esta razón, la Federación Mundial de Neurología (WFN, por sus siglas en inglés) estableció el Día Mundial del Cerebro para crear conciencia sobre su potencial, riesgos y enfermedades.
Bajo el lema “Detener la esclerosis múltiple”, la Federación Mundial de Neurología lanza una campaña cada 22 de julio, donde organizaciones de todo el mundo participan en redes sociales para concienciar sobre enfermedades neurológicas que afectan a millones de personas.
En las últimas décadas, se han logrado avances importantes en la investigación y tratamiento de enfermedades neurológicas, pero aún queda mucho por hacer, especialmente en aquellas que causan discapacidad y depresión.
Las principales enfermedades que afectan el cerebro son los accidentes cerebrovasculares, enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, la epilepsia, la migraña y la esclerosis múltiple. Las enfermedades neuromusculares también representan una carga significativa de discapacidad.
Mantener el cerebro sano no solo implica prevenir estas enfermedades, sino también promover el bienestar, la calidad de vida y prepararnos para un envejecimiento saludable.
Las 6 recomendaciones para mantener un cerebro saludable son:
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Seguir una alimentación saludable, rica en frutas, verduras, vegetales y pescados, evitando el exceso de sal y grasas.
- Mantenerse activo cognitivamente con juegos de memoria, rompecabezas y pasatiempos (como crucigramas, sopa de letras y Sudoku). Aprender un nuevo idioma, leer y escribir también ayudan.
- Realizar ejercicios físicos de manera regular. Evitar el sedentarismo, moverse y ejercitarse de acuerdo a las capacidades individuales.
- Controlar los factores de riesgo cardiovascular: la hipertensión, el azúcar en la sangre, y evitar el consumo de alcohol y tabaco.
- Manejar el estrés, la ansiedad y la depresión. En general, cuidar el bienestar emocional.
- Mantener la interacción social, fortaleciendo los vínculos con la familia, amigos y el entorno laboral, además de participar en actividades recreativas y deportivas para mantener un desarrollo psicológico saludable.
Redacción e Investigación: Cabilife
Fuente Principal: INSABI
Fotos de Pexels: Tara Winstead, Nadezhda Mordak y Meo